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Se trata de la primera publicación nuestra que fundamenta la necesidad de un enfoque integrativo. Luego de revisar el rol y las evidencias relacionadas con la cognición, los autores abogan en pro de una aproximación más amplia, más profunda y más completa… es decir más integrativa. En una época -1981- en la cual nadie en América Latina hablaba de integración.

El artículo hace una amplia exposición del enfoque conductual, incorporando las direcciones hacia las cuales el enfoque conductual ha evolucionado. Sobre la base de las evidencias, se concluye que un enfoque exclusivamente conductual es muy insuficiente, para dar cuenta de las complejidades de la dinámica psicológica. Y es insuficiente también como fundamento exclusivo de una psicoterapia.

Este artículo desarrolla una amplia revisión de estrategias y técnicas tanto cognitivas como conductuales. Se muestran los resultados terapéuticos de estas estrategias, a la luz de la investigación clínica de mejor calidad. Se establece la necesidad de incorporar a la práctica clínica solo aquellas estrategias que cuentan con el suficiente respaldo empírico… a la luz de las evidencias. Y se identifican aquellas estrategias que cuentan con los méritos empíricos suficientes.

Este artículo explicita el enfoque cognitivo de Beck y sus aplicaciones a los trastornos depresivos. Se explicita también la teoría de la autoeficacia de Bandura, con su relevancia para los problemas de ansiedad y para los problemas depresivos. Posteriormente, se establecen conexiones entre ambas perspectivas, enfatizando el rol que la terapia cognitiva puede jugar en el fortalecimiento de las expectativas de autoeficacia.

Con el patrocinio del Colegio de Psicólogos de Chile, los autores realizan una amplia revisión de aquellos conceptos esenciales para el psicólogo clínico. Es así como son enfatizados y precisados los conceptos de adaptación / desadaptación, normalidad/ anormalidad, personalidad, neurosis, rol del psicólogo,  etc.  Este trabajo recibió un fuerte reconocimiento de parte del Colegio de Psicólogos de Chile.

El Centro Científico de Desarrollo Psicológico (CECIDEP) y el Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa (ICPSI), desde sus inicios han trabajado en pro de la integración. En este artículo, se enfatiza especialmente el rol de los afectos en la dinámica psicológica y se explicita el rol clínico de la movilización de afectos en los pacientes. Aquí se establecen los primeros cimientos de lo que después empezaron a ser nuestros conceptos movilizadores en psicoterapia integrativa.

Se trata de la primera publicación en la cual se muestra el diagrama del Modelo Integrativo (Opazo, 1983). Se muestra el rol que  biologías,  cogniciones, afectos, dinámicas inconscientes, ambientes, repertorios conductuales, dinámicas familiares, juegan en la génesis y en la  modificación de los Trastornos de Personalidad. Se muestra cómo a un trastorno depresivo se puede llegar por diferentes avenidas y cómo se puede resolver a través de la combinación de estrategias provenientes de diferentes fuentes.

En este artículo se precisa el concepto de estrés y se explicitan sus repercusiones en la dinámica psicológica. Se explicita el concepto de unidad psicofisiológica. Se considera el rol que la biología, las cogniciones, los afectos, las dinámicas inconscientes, el ambiente, etc;  juegan en la génesis de estrés  y en su modificación. Esto, teniendo como trasfondo la hipótesis que un estrés elevado y mal manejado suele tener repercusiones negativas en el funcionamiento fisiológico.

El artículo identifica algunos de los pilares básicos sobre los cuales se puede construir una psicoterapia integrativa. Entre estos, se destaca el rol diferencial que juegan la causalidad lineal y la circular, el rol de la irradiación sistémica, el rol de la multi-causalidad, el rol de los estímulos efectivos.

En este contexto, el ambiente y la experiencia aportan materia prima la cual será psicofacturada y significada por el sistema psicológico.  De este modo, biología y ambiente, experiencia y persona, van co–construyendo los efectos finales sobre la dinámica psicológica.

Este  comentario nuestro Director  cuestiona la afirmación central de los autores, en relación a que la dinámica psicológica es plenamente cambiante y plenamente modificable. Se enfatiza que el “pesimismo terapéutico” no deriva de una teoría pesimista; se establece que el pesimismo deriva de múltiples fracasos en la práctica clínica. El Sí mismo (SELF) posee estructuras biológicas, cognitivas, afectivas e inconscientes de muy difícil modificación.

La idea central del artículo se relaciona con el hecho que la psicología integrativa está a tono con los mejores datos de la investigación existente hoy en día. Desde esta óptica, pasa a resultar casi absurdo el “reducirnos” a un enfoque puntual, dándole la espalda a múltiples evidencias provenientes de los otros enfoques. El  restarle al paciente fuerzas de cambio provenientes de otros enfoques, aparece como poco ético a la hora de aplicar los aportes de la psicoterapia.